De cómo los niños pueden volar
De cómo los niños pueden volar, es un cortometraje animado dirigido por Leopoldo Aguilar. Este cortometraje participó en el Sexto Concurso Nacional de Proyectos de Cortometrajes, el cual es emitido por el IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía), y resultó ganador de dicho concurso celebrado en México (2008). Debo resaltar que dicho evento es de los más importantes para el cine mexicano, pues esa organización, según mi criterio, es uno de los trampolines para el profesionalismo cinematográfico y el hecho de destacar mediante esta situación, habla muy bien de la producción y el realizador.
Este cortometraje, narra la historia de un niño pequeño que tiene el deseo de volar, y que, siguiendo a un cuervo, descubre la manera de hacer su sueño realidad. Aunque triste el final, creo que el objetivo del realizador se cumple al dejarnos reflexionando cuando el cortometraje llega a su fin.
La fotografía me pareció bastante pintoresca por los colores utilizados, creo que la contextualización de la historia es muy buena y bien representada. A pesar de no haber diálogos, los efectos y la musicalización me gustaron y me parecieron claros. Me encantó la construcción del personaje femenino por medio de expresiones faciales y lugares, como cuando abrió aquel cuarto donde están las cosas que le recuerdan a su esposo. La expresión del niño al final y el último cuadro son... preciosos. Debo reconocer que es un muy buen trabajo desde el área técnica hasta la historia, la cual capturó mi atención desde el comienzo hasta los créditos acompañados de tan bello soundtrack.
Además, me enorgullece mencionar que al disfrutar de esta producción, puedo notar que está llena de rasgos culturales de mi tan amado país: México, pues desde el arte que se aprecia en la casa de los personajes, vestimenta, carácter hasta el ambiente desprendido por todos estos elementos, me recuerdan a él.